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Barcelona es una ciudad vibrante, llena de vida, arte, historia y cultura. Sin embargo, durante los meses de verano, el calor puede convertirse en un verdadero obstáculo para disfrutarla al aire libre. Las altas temperaturas y la humedad hacen que muchos turistas y residentes busquen refugio en espacios frescos y tranquilos. Afortunadamente, la ciudad cuenta con una excelente oferta de museos con aire acondicionado que no solo ofrecen una experiencia refrescante, sino también una dosis de conocimiento, inspiración y belleza. A continuación, te presentamos una selección de museos ideales para una escapada cultural en los días más calurosos de Barcelona, con especial atención a aquellos menos concurridos y con exposiciones temporales destacadas.
Uno de los favoritos es el Museu del Disseny de Barcelona, ubicado en el moderno edificio Disseny Hub, en la plaza de les Glòries. Este museo es perfecto para los amantes del diseño gráfico, industrial, de moda y decoración. Su colección permanente es fascinante, pero lo que realmente destaca son sus exposiciones temporales, que constantemente se renuevan con propuestas contemporáneas, interactivas y muy visuales. Además, al estar algo alejado de las rutas turísticas convencionales, nunca está abarrotado, lo que garantiza una visita relajada y fresca.
Otra joya poco conocida es el Museu Frederic Marès, situado en pleno Barrio Gòtic, justo detrás de la catedral. Este museo alberga la colección personal del escultor Frederic Marès, un viaje por la escultura hispánica desde la Edad Media hasta el siglo XIX, además de una fascinante sección de objetos cotidianos del siglo XIX, desde abanicos hasta juguetes, pipas y relojes. A pesar de su ubicación céntrica, muchos turistas lo pasan por alto, lo cual lo convierte en un espacio ideal para disfrutar del arte en silencio y al resguardo del calor.
El Museu de la Música también merece una mención especial. Situado en L’Auditori, cerca de Glòries, este museo ofrece un recorrido por la historia de los instrumentos musicales del mundo. Con una museografía moderna y accesible, permite incluso escuchar algunos instrumentos y conocer músicas de diversas culturas. Es perfecto para una visita en familia, especialmente si se quiere inculcar el gusto por la música a los más pequeños. Y, por supuesto, su sistema de climatización hace que la visita sea de lo más cómoda.
Para los amantes del arte contemporáneo, el Museu Can Framis, de la Fundació Vila Casas, es una parada obligatoria. Ubicado en el barrio del Poblenou, en una antigua fábrica textil restaurada, este museo ofrece una excelente colección de pintura catalana contemporánea. Su arquitectura industrial, combinada con una museografía sobria y moderna, proporciona un ambiente sereno y fresco, ideal para perderse entre las obras sin sufrir las inclemencias del verano barcelonés.
Otro espacio que combina arte, arquitectura y frescura es el CaixaForum Barcelona. Situado en una antigua fábrica modernista al pie de Montjuïc, este centro cultural gestionado por la Fundació “la Caixa” ofrece exposiciones temporales de altísimo nivel, muchas de ellas en colaboración con instituciones internacionales. Su programación es muy variada: arte clásico, moderno, contemporáneo, fotografía, ciencia y más. Además, cuenta con actividades para niños y visitas guiadas. Y lo mejor: su entrada general es gratuita o muy asequible, lo que lo convierte en una opción perfecta para todos los bolsillos.
El Museu Picasso, aunque más conocido y a menudo más visitado, también puede ser una excelente opción si se elige el momento adecuado. Evitar las horas punta, como el mediodía o primeras horas de la tarde, y optar por los horarios más tranquilos, como a primera hora de la mañana o a última hora antes del cierre, puede convertir la visita en una experiencia mucho más agradable. Sus salas climatizadas y la belleza del edificio medieval que lo alberga añaden valor a la visita, así como sus exposiciones temporales, que exploran nuevas facetas de la obra del artista malagueño.
Si buscas una experiencia más alternativa, el Museu Etnològic i de Cultures del Món, con sede en Montjuïc y también en el barrio de la Ribera, ofrece un recorrido por culturas de todo el mundo a través de objetos, vídeos, sonidos e historias. Es un museo ideal para refrescarse mientras se reflexiona sobre la diversidad cultural, el patrimonio inmaterial y las formas de vida tradicionales.
Por último, no podemos olvidar el MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona). Este museo, ubicado en el Raval, es uno de los referentes del arte contemporáneo en España. Su edificio blanco, obra de Richard Meier, es un refugio fresco y espacioso en los días más calurosos. Sus exposiciones invitan a la reflexión, el debate y la experimentación. Además, ofrece actividades educativas y una librería especializada que también merece una visita.
En resumen, Barcelona ofrece muchas opciones para combinar cultura y confort durante el verano. Los museos con aire acondicionado no solo son refugios térmicos, sino también espacios de descubrimiento, calma e inspiración. Ya sea que busques arte clásico, contemporáneo, diseño, música o antropología, seguro que encontrarás un museo ideal para ti. Y lo mejor: podrás disfrutar de una jornada cultural sin sufrir el calor sofocante del verano barcelonés.
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