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Durante décadas, la ciberseguridad se ha basado en sistemas de encriptación que, aunque complejos, dependen de procesos matemáticos que los ordenadores actuales pueden manejar con esfuerzo, pero no imposibles de romper con suficiente tiempo o potencia. Sin embargo, con la llegada de la computación cuántica, esa lógica está a punto de romperse por completo.
Este nuevo paradigma computacional promete resolver en segundos problemas que hoy requerirían miles de años de cálculo. Y aunque las aplicaciones son apasionantes, uno de los campos que más se verá afectado será el de la seguridad digital. En este artículo explicamos cómo funciona la computación cuántica, qué amenazas representa para la ciberseguridad tradicional, qué soluciones están desarrollándose y cómo prepararse para este cambio inevitable.
¿Qué es la computación cuántica?
La computación cuántica se basa en las leyes de la física cuántica. En lugar de utilizar bits que pueden valer 0 o 1 (como en la computación clásica), los ordenadores cuánticos utilizan qubits, que pueden estar en múltiples estados a la vez gracias al principio de superposición.
Además, los qubits pueden estar entrelazados (entanglement), lo que permite que cambien su estado de forma simultánea con otros qubits, sin importar la distancia.
Esto permite procesar enormes cantidades de información de forma paralela, resolviendo ciertos tipos de problemas de forma mucho más rápida que cualquier superordenador clásico.
¿Por qué amenaza la seguridad digital actual?
Gran parte de la ciberseguridad se basa en algoritmos de encriptación que son difíciles de romper para los ordenadores clásicos, como:
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RSA (usado en comunicaciones bancarias, correos, pagos)
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ECC (criptografía de curva elíptica)
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AES (sistema de cifrado simétrico)
Un ordenador clásico necesitaría miles de años para romper estas claves por fuerza bruta.
Sin embargo, un ordenador cuántico suficientemente potente podría romperlos en minutos o segundos usando algoritmos cuánticos como el de Shor (para factorización) o Grover (para búsqueda no estructurada).
Eso significa que cualquier dato cifrado hoy podría quedar expuesto en el futuro si se guarda y se descifra más adelante cuando exista potencia cuántica suficiente.
¿Qué se conoce como “Y2Q”?
Así como el “Efecto 2000” (Y2K) alertó sobre los riesgos informáticos por el cambio de milenio, el “Y2Q” (Year to Quantum) se refiere al momento en que un ordenador cuántico sea capaz de romper la criptografía actual.
No hay una fecha exacta, pero estimaciones realistas hablan de una ventana de 5 a 15 años. Algunos creen que ya hay desarrollos avanzados en entornos militares o privados no divulgados.
¿Cómo se están preparando las empresas y gobiernos?
1. Criptografía post-cuántica
Es un nuevo conjunto de algoritmos que no pueden ser rotos por ordenadores cuánticos, ni siquiera con potencia ilimitada. Están basados en problemas matemáticos distintos, como:
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Retículas (lattices)
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Códigos de corrección de errores
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Funciones hash resistentes
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) en EE. UU. ya está liderando un proceso internacional para definir los nuevos estándares de criptografía post-cuántica.
2. Híbridos criptográficos
Algunas plataformas ya están implementando sistemas combinados clásicos + post-cuánticos, para comenzar una transición gradual.
3. Ciberhigiene de largo plazo
Las organizaciones están comenzando a:
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Mapear qué datos necesitan protegerse durante décadas
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Limitar la cantidad de información sensible cifrada con algoritmos vulnerables
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Evitar el almacenamiento innecesario de datos críticos
4. Simulaciones y formación
Universidades y centros de innovación están empezando a formar perfiles expertos en:
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Algoritmos cuánticos
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Criptografía avanzada
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Transición segura hacia entornos post-cuánticos
¿Qué podemos hacer como ciudadanos?
Aunque la computación cuántica no afectará al usuario promedio de forma inmediata, sí podemos:
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Mantener nuestros sistemas y contraseñas actualizadas
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Evitar guardar información sensible en plataformas no cifradas
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Elegir servicios que invierten en seguridad avanzada
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Formarnos en conceptos básicos de privacidad digital y encriptación
¿Puede tener aplicación en ciudades como Segovia?
Aunque parezca una tecnología lejana, la computación cuántica afectará la vida digital de cualquier lugar, incluido un entorno local como Segovia.
Ejemplos de impacto:
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Bancos locales o comercios que deban actualizar su seguridad
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Archivos históricos o administrativos con información cifrada de largo plazo
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Redes municipales de servicios digitales que requieran certificación segura
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Educación local: centros de formación profesional o universidades pueden incorporar formación en criptografía avanzada
Segovia, como cualquier otra ciudad que digitaliza sus servicios públicos o promueve la cibereducación, debe estar al tanto de esta transición tecnológica.
¿Y si nunca llega?
Algunos críticos creen que los ordenadores cuánticos no serán viables a gran escala por décadas. Pero el riesgo no es solo si llega, sino cuándo. Y si los datos que ciframos hoy pueden estar en riesgo mañana, la preparación debe comenzar ya.
Conclusión
La computación cuántica representa uno de los mayores avances tecnológicos de nuestra era. Su potencial es enorme, pero también implica una redefinición total de la ciberseguridad tal y como la conocemos.
La clave no es tener miedo, sino anticiparse: formar a nuevas generaciones, revisar nuestras infraestructuras digitales y prepararnos para una transición segura hacia el mundo post-cuántico.
Porque el futuro digital no es solo más rápido y potente, también debe ser más seguro para todos.
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