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Imagina vivir en un lugar donde todo lo esencial —tu trabajo, el colegio de tus hijos, el supermercado, el centro de salud, la biblioteca, un parque— está a menos de 15 minutos andando o en bici desde tu casa. No hace falta coger el coche ni desplazarse durante horas. Este concepto, conocido como la ciudad de 15 minutos, está ganando protagonismo en todo el mundo como modelo de urbanismo humano, sostenible y resiliente.
Y aunque muchas veces se asocia a grandes metrópolis como París, Barcelona o Bogotá, la realidad es que ciudades más pequeñas como Segovia tienen incluso más ventajas estructurales para adoptar este enfoque.
En este artículo exploramos en qué consiste este modelo, sus beneficios, retos y cómo una ciudad como Segovia podría liderar la transformación hacia un urbanismo del bienestar.
¿Qué es una ciudad de 15 minutos?
Es un modelo urbano que busca reorganizar la vida de las personas alrededor de sus barrios, para que puedan acceder a todas sus necesidades básicas cotidianas en un radio de 15 minutos a pie o en bicicleta.
Fue popularizado por el urbanista franco-colombiano Carlos Moreno, y se basa en seis pilares fundamentales:
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Vivienda digna y accesible
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Trabajo cerca del hogar
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Comercio local activo
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Educación de calidad en el barrio
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Atención sanitaria próxima
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Ocio, cultura y naturaleza a corta distancia
La idea es crear microciudades dentro de la ciudad, descentralizadas, autosuficientes, donde no sea necesario recorrer grandes distancias para vivir bien.
¿Por qué está de moda esta tendencia?
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Crisis climática: reducir el uso del coche privado baja las emisiones y mejora la calidad del aire.
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Pandemia: el COVID-19 demostró la necesidad de vivir en entornos autosuficientes y con más espacios públicos.
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Salud mental: reducir los tiempos de desplazamiento mejora el bienestar general.
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Revitalización del comercio de proximidad: genera empleo local y fortalece el tejido social.
En esencia, las ciudades de 15 minutos son una respuesta al estrés urbano, a la contaminación, a la desigualdad espacial y a la desconexión social.
¿Qué ventajas tiene Segovia frente a una gran ciudad?
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Escala humana: Segovia ya es una ciudad compacta, donde los desplazamientos suelen ser breves.
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Red de barrios definidos: Nueva Segovia, San Lorenzo, El Salvador, San Millán… ya funcionan como comunidades con identidad propia.
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Centro histórico peatonalizado: facilita la movilidad no motorizada.
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Entorno natural cercano: el contacto con espacios verdes es inmediato desde casi cualquier punto.
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Tamaño ideal para experimentar con modelos de proximidad y movilidad sostenible.
Por tanto, Segovia no necesita transformar radicalmente su estructura para aplicar este modelo, sino potenciar lo que ya tiene y planificar con visión de futuro.
¿Cómo empezar a convertir Segovia en una ciudad de 15 minutos?
1. Diagnóstico de servicios por barrio
Identificar qué servicios existen y cuáles faltan en cada zona:
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¿Hay centros de salud en todos los barrios?
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¿Qué barrios tienen biblioteca o centro cultural?
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¿Dónde faltan zonas verdes o espacios de juego?
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¿Dónde hay mayor dependencia del coche?
Este mapeo permite priorizar intervenciones según las necesidades reales.
2. Reforzar la movilidad sostenible
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Ampliar y conectar mejor los carriles bici
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Crear rutas escolares seguras a pie o en bici
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Habilitar espacios peatonales en barrios no turísticos
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Fomentar transporte público de alta frecuencia en barrios periféricos
3. Activar el comercio de barrio
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Bonificaciones fiscales o ayudas a emprendedores locales
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Proyectos de comercio colaborativo entre vecinos
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Plataformas digitales que conecten oferta y demanda local
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Programas de fidelización que premien el consumo cercano
4. Impulsar la descentralización cultural
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Llevar actividades culturales y talleres a todos los barrios, no solo al centro
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Crear espacios comunitarios autogestionados
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Promover el arte en la calle como forma de participación ciudadana
5. Potenciar el trabajo de cercanía y remoto
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Crear microhubs de coworking por distritos
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Fomentar el teletrabajo con apoyo municipal y conectividad
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Apoyar negocios familiares o de barrio con digitalización básica
6. Repensar la vivienda
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Evitar la concentración turística que expulsa a los residentes
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Promover rehabilitación energética de viviendas antiguas en los barrios
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Incentivar alquiler asequible en zonas bien conectadas
¿Qué rol tiene la ciudadanía?
Una ciudad de 15 minutos no se impone, se construye entre todos. Por eso es clave:
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Escuchar a los vecinos en cada barrio
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Generar procesos participativos reales
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Dar voz a colectivos vulnerables: mayores, jóvenes, personas con discapacidad
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Fomentar el sentido de comunidad: conocer al panadero, al vecino, al bibliotecario
Porque esta tendencia no se trata solo de urbanismo, sino de tejer redes humanas, solidarias y cercanas.
¿Qué ejemplos pueden inspirar a Segovia?
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París: modelo pionero con reformas de movilidad, descentralización y “supermanzanas” culturales.
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Pontevedra: ciudad mediana gallega que ha eliminado coches del centro y rediseñado la ciudad para el peatón.
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Milán: ha creado zonas 15′ experimentales en barrios industriales.
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Barcelona: con su proyecto de “superilles” (supermanzanas) que reorganizan los barrios en torno a la proximidad.
Segovia puede inspirarse en ellos, pero aplicando soluciones adaptadas a su contexto histórico, patrimonial y natural.
¿Cuáles son los principales retos?
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Resistencia al cambio: dejar el coche o redistribuir espacios puede generar fricciones.
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Falta de presupuesto: muchas medidas requieren inversión pública inicial.
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Coordinación interinstitucional: urbanismo, movilidad, cultura y comercio deben trabajar juntos.
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Necesidad de visión a largo plazo: no se trata de cambios rápidos, sino de una transformación progresiva.
Conclusión
La ciudad de 15 minutos no es una utopía lejana. Es una propuesta práctica para crear entornos más saludables, resilientes y humanos. Y ciudades como Segovia, por su escala, estructura y potencial social, están en una posición privilegiada para liderar este cambio.
Basta con voluntad política, creatividad, participación ciudadana y un urbanismo que piense en las personas antes que en los vehículos.
Porque en el fondo, todos soñamos con una vida donde el tiempo nos pertenezca más, y el lugar donde vivimos nos abrace mejor.
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