La Generación Z y el resurgimiento de la tecnología retro en 2025

The Challenge of Engaging Generation Z

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En una era dominada por smartphones ultrapotentes, algoritmos predictivos y realidad aumentada, parecería contradictorio que las generaciones más jóvenes estén volviendo a tecnologías del pasado. Sin embargo, en 2025, este fenómeno no solo es real, sino que se ha convertido en una tendencia cultural sólida: la Generación Z ha abrazado con entusiasmo dispositivos como las cámaras Polaroid, los reproductores de vinilo, los teléfonos con tapa y hasta los reproductores MP3.

Lejos de ser una moda pasajera o una simple nostalgia, el resurgimiento de la tecnología retro revela una búsqueda más profunda de autenticidad, desconexión digital selectiva y una reacción contra el hipercontrol de las plataformas digitales modernas. ¿Qué está impulsando esta vuelta al pasado tecnológico y qué dice sobre los jóvenes del presente?

¿Por qué lo vintage digital está de moda?

El fenómeno tiene varias causas que convergen y se potencian entre sí:

1. Búsqueda de autenticidad

En un mundo en el que las imágenes pueden ser retocadas con IA en segundos y los vídeos están llenos de filtros, la tecnología retro ofrece una estética “real”. Una foto de cámara analógica, con sus imperfecciones, errores de enfoque y tonos cálidos, transmite algo genuino. Para muchos jóvenes, eso tiene más valor emocional que una imagen perfecta pero impersonal.

2. Cansancio de la hiperconectividad

La Generación Z ha crecido rodeada de pantallas, notificaciones constantes y redes sociales que demandan atención sin descanso. Recuperar un reproductor MP3, donde no hay conexión a internet ni notificaciones, permite escuchar música sin interrupciones. Usar una cámara de carrete obliga a esperar el revelado, y eso transforma la experiencia en algo más reflexivo.

3. Individualidad y estilo personal

En un mundo digital donde todos usamos las mismas apps y consumimos los mismos contenidos, los dispositivos vintage permiten expresar personalidad. Un walkman amarillo, una consola portátil antigua o un teléfono plegable rosa no solo son funcionales: son accesorios de moda, símbolos de identidad.

4. Crítica al sistema digital dominante

Muchos jóvenes están comenzando a cuestionar el modelo actual de internet basado en la recopilación masiva de datos y algoritmos que controlan lo que vemos. La tecnología analógica o no conectada representa un pequeño acto de resistencia. Usar un dispositivo que no espía, no rastrea y no te clasifica es una forma de recuperar libertad digital.

Dispositivos retro en pleno auge

A lo largo de 2024 y principios de 2025, se ha visto un crecimiento en las ventas de ciertos dispositivos que hasta hace poco parecían obsoletos:

  • Cámaras instantáneas: marcas como Fujifilm (Instax) y Polaroid han disparado sus ventas, sobre todo en festivales, bodas y viajes.

  • Reproductores de vinilo y cassettes: muchas tiendas de música han vuelto a tener secciones dedicadas exclusivamente a estos formatos.

  • Teléfonos plegables o con teclado físico: marcas como Punkt o Light Phone venden móviles básicos, sin apps ni conexión continua.

  • Consolas retro: tanto reediciones de clásicos como consolas portátiles con ROMs de la época de 8 y 16 bits.

  • MP3 y iPods de segunda mano: plataformas como eBay o Wallapop han visto un aumento en la búsqueda de estos dispositivos.

Redes sociales y el fenómeno “vintage”

La ironía es que, aunque estas tecnologías surgen como forma de escapar del mundo digital, muchas veces la estética retro se comparte en redes. En TikTok, por ejemplo, hashtags como #retroaesthetic, #vintagetech o #filmcamera tienen millones de visualizaciones.

Muchos influencers de la Gen Z han hecho de su estilo “analógico” una forma de expresión y contenido. Visten ropa de segunda mano, usan cámaras de los años 90 y editan sus vídeos para parecer grabados con videocámaras antiguas.

Este contraste revela una tensión interesante: los jóvenes no están huyendo de la tecnología, pero sí están reconfigurando su relación con ella, buscando un consumo más lento, más estético y menos invasivo.

Tecnología moderna con alma retro

Las marcas también han tomado nota de esta tendencia y han comenzado a lanzar productos nuevos con estética vintage. Algunos ejemplos:

  • Cámaras digitales que imitan el estilo de los años 90 pero con sensores modernos.

  • Aplicaciones móviles que simulan el aspecto de reproductores MP3, grabadoras de casete o cámaras VHS.

  • Teléfonos inteligentes con interfaces “retro” que imitan pantallas de antaño pero funcionan sobre Android o iOS.

Además, hay un creciente mercado de tecnología reciclada o restaurada, donde empresas reacondicionan productos antiguos para que funcionen con estándares actuales, pero sin perder su estética original.

¿Una moda o una declaración generacional?

Más que una moda, este fenómeno está convirtiéndose en una declaración de valores. Para la Generación Z, usar tecnología retro no es solo por estética, sino también:

  • Para marcar límites a la hiperconectividad.

  • Para recuperar el control sobre sus datos y su atención.

  • Para celebrar lo imperfecto frente a la dictadura del “contenido perfecto”.

  • Para experimentar la tecnología con el cuerpo, con botones físicos, ruido de carga y otras sensaciones que la pantalla táctil ha hecho desaparecer.

Este movimiento también se conecta con otras tendencias como el minimalismo digital, la desconexión consciente y el movimiento slow tech, que promueven una relación más sana y deliberada con la tecnología.

¿Qué podemos aprender de esta tendencia?

El resurgimiento de la tecnología retro es, en muchos sentidos, un recordatorio de que no todo avance implica desechar lo anterior. Las generaciones más jóvenes están reinventando el pasado tecnológico no por nostalgia, sino por una necesidad emocional y cultural de equilibrio.

En un mundo donde el progreso digital avanza a ritmo acelerado —con inteligencia artificial, realidad aumentada y metaverso— este regreso a lo analógico es una forma de anclarse a lo tangible, a lo que no se puede actualizar con un clic.

También es una oportunidad para las marcas y desarrolladores de repensar la experiencia de usuario: menos estímulos, más sentido; menos velocidad, más intención.

Conclusión

La Generación Z está liderando un cambio de paradigma silencioso pero poderoso: no quieren desconectarse completamente de la tecnología, pero sí tomar el control sobre cómo, cuándo y por qué la usan. En 2025, el retorno de los dispositivos retro no es un simple revival, sino un reflejo de una nueva forma de relacionarse con el mundo digital: más estética, más humana y, paradójicamente, más moderna.

Porque a veces, para avanzar, hay que volver un poco atrás.

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